En algunas ocasiones nos preguntáis: ¿Tengo que ir de blanco? Claudia lo tenía muy claro, ella quería ir de rojo.
Una boda intima en el pueblo donde Claudia y Rober se conocieron casi cuando eran niños, una novia poco convencional y un novio emocionado. Aunque las grandes protagonistas en este día fueron las dos invitadas de honor: Lulú, la perrita de la pareja y sobre todo Siena, su hija que no paro de reir y divertirse el día de la boda de sus papas.