Hoy el cielo está nublado y llueve, es por ello que os quería mostrar esta boda. Con la que hasta que la novia no llegó no dejó de llover, parecía premonitorio.
Y es que Patricia y Francisco sabían perfectamente como habían imaginado su Gran Día. Como marco incomparable el Palacio de Larrinaga, un telón de fondo perfecto para una ceremonia decorada muy delicada y elegante con los colores que en todo momento fueron nuestra inspiración blanco y dorado.
Una decoración llena de flores blancas, velas, luces y elementos antiguos y modernos en todos dorados para una boda íntima.
Tenemos que agradecer a Vanesa de Osietro, sin cuya colaboración esta boda no hubiese sido posible, y a Lara de Cosa de Dos cuyas fotos son en reflejo perfecto de un día inolvidable.
[ale-slider name=»blanco-y-dorado-decoracion-de-una-boda» slideshow=»1″ animation=»fade» controlNav=»0″ randomize=»0″]